«[...] porque bien sé que no hay hombre que pueda mancillar a los dioses.»
Etimología
Del latín vulgar *blastēmāre, decir blasfemias, calumniar, alteración del tardío blasphēmāre, y este del griego βλασφημεῖν (blasphēmein). Compárese el catalán blasmar, el romanche blastmer y el rumano blestema, todos con el significado de «decir blasfemias».