¿Cuál es la diferencia entre Temblar y Fluctuar?

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La principal diferencia entre temblar y fluctuar

es:
– “temblar”: Moverse alternativamente en direcciones opuestas de manera rápida y generalmente involuntaria, con sacudidas breves y frecuentes. En los seres vivos, ocurre generalmente por frío, miedo o fiebre
– “fluctuar”: Vacilar un cuerpo sobre las aguas por el movimiento agitado de ellas

temblar

fluctuar

Etimología

Del latín tremulō, tremulāre, de la raíz indoeuropea *trem- (temblar).

Verbo intransitivo
1
Moverse alternativamente en direcciones opuestas de manera rápida y generalmente involuntaria, con sacudidas breves y frecuentes. En los seres vivos, ocurre generalmente por frío, miedo o fiebre.
  • Sinónimos: agitarse, retemblar, sacudirse, temblequear, tremar, tremer, trepidar, vibrar.
  • Relacionados: azogarse, castañetear, convulsionarse, estremecerse, menearse, oscilar, tiritar, titiritear.
2
Tener mucho temor o miedo.
3
Dicho de la tierra, sacudirse (de un lado a otro) como resultado de un terremoto o sismo.
Etimología

Del latín fluctuāre «agitarse sobre las olas»

[1, 4]
[4]
Verbo intransitivo
1
Vacilar un cuerpo sobre las aguas por el movimiento agitado de ellas.
  • Relacionados: flotar, ondular, ondear
  • Ejemplo:
«D. Patricio hacía con su mano derecha movimientos semejantes al fluctuar de las olas, queriendo expresar de este modo el lento rodar del tiempo.»
2
Estar a riesgo de perderse y arruinarse una cosa.
  • Uso: figurado
3
Vacilar o dudar en la resolución de una cosa.
  • Uso: figurado
  • Sinónimos: vacilar, titubear
  • Ejemplo:
«Volvió, se sentó, se desprendió la ropa, se alzó la falda de la camisa, y tranquilamente, reflexivamente, sin fluctuar, sin pestañear, se abrió la barriga en cruz, de abajo arriba y de un lado a otro, toda...»
4
Cambiar siguiendo una cadencia o progresión pendular.
  • Sinónimo: oscilar
  • Hiperónimo: variar
  • Antónimo: estabilizar
  • Ejemplos:
  • «Luego también aquellas confidencias tan francas y espontáneas del rey, aunque misteriosamente disfrazadas, aquellas reticencias, aquel tenaz empeño, cuyo fin podía tal vez calcularse, aunque no su origen, y en fin, aquel compromiso sistemático, que era el tema obligado del monarca... todo ello, pues, llevaba el sello de un origen constante que formara el núcleo de ese caos contradictorio en que fluctuara el joven.»
  • «Por breve espacio de tiempo estuvo fluctuando de aquí para allí, amenazando caer unas veces y remontándose otras, con gran algazara de los pollos, quienes al ver aquella cosa blanca que se paseaba por los aires con tanta majestad, iban tras ella aguardándola en su caída, con la esperanza de que fuera algo de comer.»