¿Cuál es la diferencia entre Complaciente y Condescendiente?

De complacer y el sufijo -nte.

1

Propenso a agradar a los demás.

• Ejemplo:

“Esta actitud tan reacia al gusto francés puede hundir sus raíces hasta los años de estudiante en París, pero apenas la manifestó en aquellos tiempos en los que más bien se mostraba complaciente con lo que le rodeaba, incluso dispuesto a emocionarse, en especial con los símbolos franceses”.

2

Que complace o se complace (da o recibe gusto, satisfacción, agrado o placer).

• Sinónimo: complacedero (poco usado).
• Relacionados: agradable, agradador, complacedor, placentero, placiente.

Del latín condescendens, participio de presente activo de condescendere, de cum y descendere

1

Dispuesto a condescender

• Ejemplos:

"¿Es posible que has de ser tan inexorable conmigo, al mismo tiempo que callas y te muestras tan condescendiente con otros?". de Isla, José Francisco (1992 [1758]) Historia del famoso predicador Fray Gerundio de Campazas alias Zotes. Madrid: Gredos, p. 149

"Mi genio naturalmente blando y condescendiente me inclinaría a esta parte; y bien mirada puede ser más perjudicial en la Iglesia que la nimia severidad." Mutis, José Celestino (1792) “Al Arzobispo Martínez Compañón”. En: Cartas de José Celestino Mutis (1947) Bogotá: Ministerio de Educación Nacional, p. 179

2

Dicho de una cosa, propia de alguien condescendiente

• Ejemplos:

"Horacio reflejaba la sociedad epicúrea en que vivia; seguia en sus versos la filosofía superficial y condescendiente que cuadraba á su vida alegre y regalada, y cantaba la fortaleza estóica (Justum ac tenacem) al són de los halagos de Mecénas, como Ciceron escribia su paradoja sobre la economía en una mesa que le habia costado doscientos mil sestercios." de Cueto, Leopoldo Augusto (1952 [1869]) Bosquejo Histórico-crítico de la Poesía Castellana. Madrid: Atlas, ¶34

"Si se ha inclinado graciosamente para estrechar la mano de la plebe que la invade, y si por un acto de condescendiente cortesía ha descubierto su cabeza, arrancando de ella las coronas de sus antiguas glorias, á la vez, esas mismas coronas permanecen pintadas en las portezuelas de sus berlinas". Selgas y Carrasco, José (1889 [1877]) Fisonomías contemporáneas. Madrid: A. Pérez Dubrull, p. 36