¿Cuál es la diferencia entre Paciente y Condescendiente?

Compartir en FacebookComparte en WhatsAppCopie la URL al Clipboard

La principal diferencia entre paciente y condescendiente

es:
– “paciente”: Que tiene paciencia, que soporta o padece sin inmutarse
– “condescendiente”: Dispuesto a condescender

paciente

condescendiente

Etimología

Del latín patĭens patientis participio presente de patis, sufrir, padecer.

Adjetivo
1
Que tiene paciencia, que soporta o padece sin inmutarse.
  • Sinónimos: aguantador, tolerante, resignado
  • Antónimo: impaciente
2
Que demuestra o implica paciencia.
3 Lingüística.
Que recibe la acción del complemento agente en una oración pasiva.
  • Sinónimo: pasivo
  • Antónimo: activo
Sustantivo masculino
4 Lingüística.
Persona en la que recae la acción del verbo.
Sustantivo femenino y masculino
5
Persona que padece una enfermedad.
  • Sinónimos: enfermo, analizando
6
Persona que es atendida por personal médico o por instituciones médicas.
  • Sinónimo: usuario
Locuciones
  • sujeto paciente
Etimología

Del latín condescendens, participio de presente activo de condescendere, de cum y descendere

Adjetivo
1
Dispuesto a condescender
  • Ejemplos:
"¿Es posible que has de ser tan inexorable conmigo, al mismo tiempo que callas y te muestras tan condescendiente con otros?". de Isla, José Francisco (1992 [1758]) Historia del famoso predicador Fray Gerundio de Campazas alias Zotes. Madrid: Gredos, p. 149
"Mi genio naturalmente blando y condescendiente me inclinaría a esta parte; y bien mirada puede ser más perjudicial en la Iglesia que la nimia severidad." Mutis, José Celestino (1792) “Al Arzobispo Martínez Compañón”. En: Cartas de José Celestino Mutis (1947) Bogotá: Ministerio de Educación Nacional, p. 179
2
Dicho de una cosa, propia de alguien condescendiente
  • Ejemplos:
"Horacio reflejaba la sociedad epicúrea en que vivia; seguia en sus versos la filosofía superficial y condescendiente que cuadraba á su vida alegre y regalada, y cantaba la fortaleza estóica (Justum ac tenacem) al són de los halagos de Mecénas, como Ciceron escribia su paradoja sobre la economía en una mesa que le habia costado doscientos mil sestercios." de Cueto, Leopoldo Augusto (1952 [1869]) Bosquejo Histórico-crítico de la Poesía Castellana. Madrid: Atlas, ¶34
"Si se ha inclinado graciosamente para estrechar la mano de la plebe que la invade, y si por un acto de condescendiente cortesía ha descubierto su cabeza, arrancando de ella las coronas de sus antiguas glorias, á la vez, esas mismas coronas permanecen pintadas en las portezuelas de sus berlinas". Selgas y Carrasco, José (1889 [1877]) Fisonomías contemporáneas. Madrid: A. Pérez Dubrull, p. 36