¿Cuál es la diferencia entre Adyacencia y Vecindario?

Compartir en FacebookComparte en WhatsAppCopie la URL al Clipboard

La principal diferencia entre adyacencia y vecindario

es:
– “adyacencia”: Cualidad de estar adyacente: al lado de algo, o tan cerca que casi lo toca
– “vecindario”: Conjunto de vecinos de una población o unidad administrativa

adyacencia

vecindario

Etimología

Del latín adiacentĭa

Sustantivo femenino
1
Cualidad de estar adyacente: al lado de algo, o tan cerca que casi lo toca.
  • Sinónimos: contigüidad, proximidad
  • Ejemplo: Por su adyacencia con Estados Unidos, México es lugar de paso para muchos inmigrantes.
Locuciones
  • matriz de adyacencia
  • lista de adyacencia
Etimología

Si puedes, incorpórala: ver cómo

Sustantivo masculino
1
Conjunto de vecinos de una población o unidad administrativa
  • Sinónimos: vecindad, vecindado
  • Ejemplos:
"pareciéndome que no había de dormir sino a medio sueño y que, dando en alguna señal de su imaginación, había de hundir la casa a voces y poner en armas todo el vecindario". García, Carlos (1959 [1619]) La desordenada codicia de los bienes ajenos. Barcelona: Selecciones Bibliófilas, p. 133
"Su vecindario se regula en 63.770 vecinos." de Ulloa, Bernardo (1992 [1746]) Restablecimiento de las fábricas y comercio español. Madrid: Instituto de Estudios Fiscales, p. 116
2
Nómina de un vecindario
  • Uso: los editores no han podido encontrar ningún ejemplo de uso de esta palabra en textos publicados o corpus
3
Condición o carácter de vecino
  • Sinónimo: vecindad
  • Uso: los editores no han podido encontrar ningún ejemplo de uso de esta palabra en textos publicados o corpus
4
Por extensión, parte en que se divide una población o un distrito.
  • Sinónimo: barrio
  • Ejemplos:
"El telar de la luna tiende en plata su urdimbre; / Abandona la rada un lúgubre corsario, / Y después suena un timbre / En el vecindario." Lugones, Leopoldo (1909) “La muerte de la luna”. En: Lunario sentimental (1988) Madrid: Cátedra, p. 248
"me azoró que de patios tan angostos, que eran poco más que largos zaguanes, pudiera salir tanta gente. Otros salían de las casas del vecindario: sin duda habían saltado las tapias…" Borges, Jorge Luis (1949) “El hombre en el umbral”. En: Ficciones (1986 [1949]) Caracas: Ayacucho, p. 164